TERAPIA EMDR

Cada persona es distinta, y lo mismo ocurre con los procesos terapéuticos: no hay dos procesos iguales, dado que estos deben adaptarse a las vicisitudes de cada situación y, sobre todo, a cada persona. Me gusta definir el proceso terapéutico como un traje a medida para cada persona.

La terapia EMDR mantiene que el motivo de que actualmente suframos por el pasado, es la manera en la que nuestro cerebro guardó esos recuerdos desagradables. Mediante la estimulación bilateral, propia de esta terapia, el hecho del pasado se integra de forma más saludable, pudiendo vivir el presente de manera más tranquila y en calma. Esto explica por qué son cada vez más las personas que recurren a la terapia EMDR para liberar sus traumas.

Somos conscientes de que acudir a terapia genera muchas dudas y es por ello que creo oportuno resumir las diferentes fases de las que consta la terapia EMDR, esperando que resuelva algunas de las dudas que te puedan surgir al respecto.

Una sesión EMDR se desenvolvería así:

• En primer lugar, se pide a la persona que se concentre en el recuerdo que le está creando mayor malestar.
• Posteriormente, se provoca la estimulación bilateral del paciente mediante estimulación visual, táctil o auditiva.
• A continuación, se le pide al paciente que indique lo que le viene a la mente: sonidos, imágenes, sensaciones y demás.
• Se repite el proceso hasta que desaparecen las sensaciones, emociones o pensamientos intrusivos.

El recuerdo traumático del pasado se conecta y procesa con recursos más adaptativos de la actualidad. Así, el paciente puede procesar de nuevo el suceso con una lectura emocional más sana que permite que la sintomatología desagradable desaparezca.